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Dejar de fumar con hipnosis


En la actualidad existen multitud de miedos y mitos sobre la hipnosis, así como un gran desconocimiento sobre lo que es y para lo que puede utilizarse. 

Vamos a intentar aclarar algunas de estas cosas.


Una buena definición de hipnosis es la siguiente: “La hipnosis es un modo diferente de procesar la información, donde se reduce la atención hacia el exterior, se suspende de manera voluntaria nuestra capacidad de analizar y de emplear la lógica, se puede producir con alta activación o con baja activación psicofisiológica y todo esto conlleva que se produzcan cambios significativos en la conducta, en el estado de ánimo, en la percepción y en la memoria” (I.E.Wickramasakera)

¿Qué significa esto? Que durante hipnosis procesamos la información de manera diferente a como estamos acostumbrados, dejamos  a un lado la lógica, el análisis y pensamos más en forma de sensaciones, de imágenes, etc. De esta manera pasamos de estar atentos a lo que nos rodea, al ambiente, a estar atentos a nuestro interior, nuestros pensamientos, sensaciones, etc. Estaríamos por tanto ante un estado de "superconcentración".

En la hipnosis lo que se pretende es: dar mensajes a la persona en un estado donde la capacidad de analizar se encuentra disminuida. Estos mensajes entran directamente al subconsciente, sin pasar por la barrera del análisis y permite que el subconsciente se “reprograme” y así la persona pueda cambiar su conducta, su estado de ánimo, etc.

Al entrar en estado hipnótico se experimentan una serie de cambios, entre ellos:
    • Relajación muscular, excepto en lo referido a músculos respiratorios.
    • Disociación de las sensaciones corporales. Algunas partes del cuerpo “no se notan” o la persona se siente pesado y ligero a la vez. 
    • Se presta atención a cosas esenciales, los sonidos del ambiente apenas se perciben.
    •  Aumenta la capacidad para percibir sensaciones que uno mismo se sugiere, por ejemplo, podemos sugerirnos cansancio, pesadez,  descanso, sensaciones agradables...
    •  Aumenta la capacidad para disminuir la sensación de tacto, incluso de propiciar anestesia, en cualquier parte del cuerpo. También puede apreciarse el efecto contrario, aumento de sensación de tacto.
    •  Se puede lograr la regresión en el tiempo, volver a vivir situaciones pasadas, incluso aquellas olvidadas por resultar dolorosas.
    • Este estado de hipnosis  permite aprender instrucciones y “grabar” mensajes con todo detalle.

    Miedos y mitos sobre la hipnosis:

    Existen muchos mitos implantados acerca de la hipnosis que están impidiendo que muchas persona se beneficien de esta técnica psicológica.

    Muchas personas creen que la hipnosis es una forma de sueño y puede que se mantenga este mito porque en ocasiones se cierra los ojos para facilitar la concentración, pero igualmente una persona puede ser hipnotizada con los ojos abiertos. La hipnosis es un estado diferente al del sueño.

    Que en hipnosis se pierde la conciencia es un mito también muy extendido. Esto no sucede así, si acaso se favorece la concentración y se focaliza de una forma poco usual. Si la persona perdiese la conciencia el hipnotizador no podría sacar a la persona de ese estado.

    Las personas hipnotizadas se encuentran bajo el control del hipnotizador. Esto no es cierto. Se encuentra completamente intacta su capacidad para tomar decisiones. De hecho, si el hipnotizador le mandara hacer algo a la persona hipnotizada en contra de su voluntad inmediatamente saldría la persona de ese estado.

    Se ha tendido a pensar que las personas hipnotizables son mentalmente débiles, incultas o poco inteligentes. Nada más lejos, incluso hay una correlación positiva  entre inteligencia e hipnotizabilidad, ya que en hipnosis se requiere un cierto grado de concentración que es más difícil de mantener por personas menos inteligentes.

    Que la hipnosis es peligrosa se piensa a menudo. Esto nunca se ha observado. Miles de personas han sido hipnotizadas sin apreciarse ningún daño psicológico ni físico, sino todo lo contrario, es un beneficio.

    Puede pensarse también que la persona hipnotizada si no se la despierta puede quedar en trance indefinidamente. Esto en realidad no ocurre así, las personas pueden salir del trance por sí mismas, aunque el hipnotizador no les saque de él.

    Uso de la hipnosis para dejar de fumar


    El tabaquismo es una adicción muy fuerte y un hábito difícil de erradicar. Gracias a la hipnosis se puede abandonar este hábito ya que ayuda a modificar la percepción que se tiene del tabaco, haciendo que realmente veamos lo que realmente se está fumando.

    Con hipnosis también se reduce la ansiedad y los sentimientos disfóricos, lo que ayuda a superar el síndrome de abstinencia provocado por el tabaco.

    Además la hipnosis permite disminuir el deseo de tabaco ya que se mantiene la concentración en otro tipo de estímulos.


    Otros usos de la hipnosis:

    Cada vez son más numerosas las pruebas relativas a que la hipnosis  puede ser muy útil para el tratamiento  de multitud de problemas:

    -      La ansiedad
    -      Las adicciones
    -      El tabaquismo
    -      La obesidad y trastornos de conducta alimentaria
    -      Problemas cardiovasculares y la hipertensión
    -      El sistema inmunológico y el cáncer
    -      Problemas dermatológicos
    -      Problemas gastrointestinales
    -      Disfunciones sexuales
    -      Problemas de sueño
    -      Dolor crónico
    -      Problemas respiratorios
    -      Dolores de cabeza


    Laura Gonzalez


    ¿Serías capaz de comerte un elefante?


    Dos amigos se encuentran en un bar después de la jornada laboral, uno se empieza a quejar de su trabajo y de que ve imposible llegar a donde quiere, profesionalmente hablando,  dice que se necesitan demasiados conocimientos, experiencias, habilidades, contactos…etc.

    El otro, tras un rato escuchándole en silencio, le pregunta: “¿serías capaz de comerte un elefante?”, la respuesta inmediata del amigo es: “claro que no, nadie podría”.

    Entonces el otro añade: “si comes carne 3 veces por semana en raciones de un kilo, en 30 años te habrás comido todo el elefante”.

    Y le vuelve a preguntar, entonces  “¿serías capaz de comerte un elefante?“. El amigo contesto:  “visto así, sí que podría”.



    Los factores claves del desarrollo profesional tienen que ver con dos comportamientos muy concretos:

    •     Definir objetivos claros, motivadores y ajustados al perfil personal y competencial de cada uno.
    •     El esfuerzo y la resistencia a la frustración adquiridas en las experiencias educativas, profesionales y vitales en general.


    Autores clásicos en psicología como Lewis Terman ya demostraban a principios del siglo XX que la perseverancia y la tendencia a definir objetivos es más importante que la inteligencia puramente académica en cuanto a conseguir logros. Pero, ¿de que dependen esas capacidades no académicas?.

    ¿Qué diría Daniel Goleman al respecto, a finales del mismo siglo XX?. Probablemente diría que estamos hablando de Inteligencia Emocional, un factor de peso para el éxito en la vida.

    Y aún faltaba Martin Seligman, demostrando con sus investigaciones que las persona más felices consiguen mayores logros profesionales, tienen mejores trabajos, ganan más dinero, tienen mejores relaciones sociales y ¡hasta viven más años y con menos enfermedades!.

    Entonces, sería lógico que nos asaltara una pregunta:
    •               ¿Por qué no consigo mi sueño profesional?.
    Deberíamos plantearnos entonces una segunda cuestión:

    •         ¿Estoy haciendo lo correcto para conseguirlo?.

    Ha llegado la hora de que analicemos nuestras habilidades, competencias, fortalezas, aquello que nos ayuda a ser felices y a alcanzar el éxito en lo que emprendemos como profesional independiente o dentro de una institución.

    La empresa positiva o humanizada, donde la organización contribuye a alcanzar la felicidad en sus empleados, es posible y altamente rentable. Miremos por ejemplo a Google, nombrada varios años mejor empresa para trabajar en EEUU y conocida por el estilo de trabajo basado en la flexibilidad y comodidad que brinda a sus empleados.

    Nosotros pretendemos aunar los beneficios empresariales con los de los empleados intentando que ambos alcancen su máximo potencial posible.

    Aplicando nuestros conocimientos en Psicología Positiva y adaptándolos al mundo empresarial, queremos hacer del trabajo algo que contribuya a la realización de la persona y aumente su bienestar.

    Beneficiar a los empleados (directivos, mandos intermedios y técnicos), a los consumidores de esos productos o servicios, y  con ello, a la población en general.

    Sabemos que es un objetivo ambicioso, pero en nuestra opinión, ¡menos que comerse un elefante!. 

    ¿Conseguir Profesionales Satisfechos para Empresas Positivas? El mercado nunca está preparado hasta que alguien demuestra que sí.  Por lo que...dejemos el pesimismo para tiempos mejores.


    Raquel Rodríguez.