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Creencias limitantes

Nuestras creencias son una opción: decide cómo quieres sentirte, rompe tus propias limitaciones y empieza a conseguir lo que realmente quieres.

Buufff! (resoplido) Es muy difícil…no lo voy a conseguir…Esta era la comunicación que tenía conmigo mismo hace unos años; me di cuenta mientras practicaba defensa personal, algo que en principio me gustaba y hacía por placer, sin embargo, ante cualquier ejercicio nuevo que suponía un mayor grado de dificultad, esto era lo que me decía.

Me di cuenta que esta comunicación negativa estaba bastante presente en mi vida, mucho más de lo que yo hubiese deseado, y me afectaba en muchas y diversas situaciones. Esto no significa que no consiguiera cosas, al contrario, había estudiado una carrera, y hecho un máster, y estaba trabajando como psicólogo desde hacía algún tiempo, hecho que tiene cierto mérito dado que la mayoría de compañeros de mi promoción no se habían podido incorporar aún al mundo laboral, o por lo menos no desempeñando nuestra profesión.

El resto de mi vida, en general, también iba bien, realmente no tenía motivos para subestimarme de esa manera, pero no dejaba de hacerlo. Me di cuenta que el único obstáculo que tenía para conseguir lo que quería era yo. Yo era mi peor enemigo, yo era mi principal limitación.

Una vez que fui consciente de todo esto comencé a cambiar mi comunicación, lo primero que hice fue eliminar el resoplido (buf!) , lo cual resultó bastante gratificante, y casi de manera automática, me decía cosas del tipo: “voy a intentarlo”, “¿por qué no?”, “puedo conseguirlo”, y después, dejé de quejarme y ponerme excusas, y me dediqué a buscar soluciones, supongo que mi lenguaje era algo así: ¿Qué puedo hacer yo para solucionar esto que me ocurre?

Conozco muchas personas que podría poner de ejemplo, muchas exitosas y admirables, humildemente me he puesto a mí porque creo que no hay mejor ejemplo que uno mismo.

Todos, en algún momento, podemos tener pensamientos de este tipo, ideas que nos bloquean, que nos desaniman, que nos limitan, y que, finalmente, nos impiden conseguir aquello que realmente deseamos. Estas ideas son consecuencia de nuestros miedos e inseguridades, aumentados por el nivel de exigencia y competitividad de la sociedad actual.¿Quién no tiene miedo de sentir que no maneja su vida como los demás? ¿Quién no tiene miedo de pensar que no está a la altura? ¿O que no es lo suficiente bueno?

Estas creencias limitantes pueden aparecer en cualquier situación: ante una oportunidad laboral, o empezar una dieta, o dejar de fumar, o ser padre/madre, o encontrar trabajo, o incluso en las actividades de ocio, o cualquier cosa que se te ocurra.

Estas creencias son planteamientos preformados y preorganizados de la percepción, y que filtran de una manera coherente nuestra comunicación con nosotros mismos.

¿Cómo nos limitan estas creencias? Haciendo que nos subestimemos: “no soy suficientemente bueno/a”, “no voy a ser capaz”, “soy débil”, etc.

Compadeciéndonos y dificultando el cambio: “yo es que soy así y no puedo cambiar”, “yo es que tengo la autoestima baja”, “yo es que nunca he sido capaz de hacer “x””, etc. Esto ocurre porque algunas de nuestras creencias pueden llevar con nosotros mucho tiempo (o incluso toda la vida), y llegamos a pensar que son parte de nosotros, o mejor dicho que somos nosotros. Sirviéndonos de excusas: “no es culpa mía esta situación”, “yo no puedo hacer nada para cambiarlo”, etc.

Nadie sabe el potencial que tiene hasta que se pone a prueba, no dejes que tus miedos se apoderen de ti.

Ganar/ganar

Ganar/ganar no es una técnica, es una filosofía total de la interacción humana.

Es uno de los seis paradigmas de interacción: ganar/ganar, gano/pierdes, pierdo/ganas, pierdo/pierdes, gano y ganar/ganar o no hay trato.

El de ganar/ganar es una estructura de la mente y el corazón que constantemente procura el beneficio mutuo en todas las interacciones humanas.

Significa que los acuerdos o soluciones son mutuamente beneficiosos, mutuamente satisfactorios.

Con una solución ganar/ganar todas las partes se sienten bien por la decisión que se tome, y se comprometen con el plan de acción. Se ve la vida como un escenario cooperativo, no competitivo.

La mayoría de las personas tendemos a pensar en términos de dicotomías: fuerte o débil, rudo o suave, ganar o perder. pero este tipo de pensamiento es potencialmente defectuosos, se basa en el poder y la posición, y no en principios.

Ganar/ganar, en cambio, se basa en el paradigma de que hay mucho para todos, de que el éxito de una persona no se logra a expensas o excluyendo el éxito de los otros.

Ganar/ganar se basa en la creencia de que existe una tercera alternativa, no se trata de tu éxito o el mio, sino de un éxito mejor.


Extraído de Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva de Stephen R. Covey

"No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo". Albert Einstein


"No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. 
La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. 
La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura.
Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.

Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado.
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. 
La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.
Sin crisis no hay desafío, sin desafío la vida es una rutina, una lenta agonía.
Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. 
Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. 
Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla." 

Albert Einstein

La Actitud Mental Positiva no es sólo Optimismo.




Sucede que la actitud que cada uno asume frente a los problemas o sucesos que se presentan cotidianamente es finalmente la que determina la dimensión e importancia de los mismos.


Hay dos formas de ver el vaso: medio lleno o medio vacío, que aunque parezca una frase hecha, corriente y recurrente, lo que la hace indiscutible es que las personas que tienen, o han logrado tener, una actitud positiva viven y afrontan las circunstancias –adversas o no-, de una manera más optimista. No obstante, la actitud mental positiva, supone no quedarse sólo con el optimismo, sino sumar valor y permitir que trabajemos para completar el contenido del vaso, ¿cómo? simplemente, nos sitúa mejor en la vida, para ser capaces de controlar más adecuadamente las situaciones y acceder a la búsqueda de mejores soluciones y alternativas.


 

Actitud Mental Positiva (AMP), término acuñado por Napoleón Hill, significa una actitud mental adecuada, compuesta por características positivas simbolizadas por palabras como fe, integridad, esperanza, optimismo, coraje, iniciativa, generosidad, tolerancia, tacto, amabilidad y sentido común.


Ahora bien, la Actitud Mental Positiva no es sinónimo de felicidad, sino de predisposición. No serás más inteligente, ni más rápido, ni más fuerte, ni hará que una mala noticia se modifique en su tenor o en su totalidad; sencillamente te hará aprovechar al máximo tu potencial para que sepas adoptar la actitud adecuada frente a todo tipo de situaciones, especialmente ante aquellas adversas o irreversibles. Por ello, es que la AMP entiende que es posible otra manera de ver las cosas y promueve un cambio significativo y profundo en la visión y en la actuación de las personas.


Por ejemplo, podemos sentirnos bien por el resultado de un exámen, por haber finalizado exitosamente un proyecto o por algo tan sencillo como recibir un obsequio; tales eventos nos provocan una sensación subjetiva de bienestar en un momento temporal específico. Ahora bien, imaginemos la posibilidad de extender esa sensación -potenciándola en intensidad y en frecuencia-, convirtiéndola en una experiencia emocional positiva a través del desarrollo de las fortalezas personales… ¿lo intentarías? ¿pasarías por alto la capacidad de desarrollar otra forma de ver las cosas, cuando sabes que es posible?


Seguramente no, si entiendes que esa actitud es una onda expansiva en tu propia persona que te hará sentir más seguro, más pleno, más optimista, más positivo y que además todo ello se proyecta en los demás. Las emociones positivas se potencian para construir de forma consistente, duradera y permanente los recursos personales y así mejorar el área cognitiva, afectiva y física de las personas; este proceso de mejora es, además, medible ya que es posible asociarlo a hechos tangibles como la capacidad de recuperación, el compromiso con el trabajo, el rendimiento físico, la relación con los demás, etc.


Es fácil identificar a las personas que van por la vida contagiando su entusiasmo, su optimismo y su endereza frente a las vicisitudes de la vida. Pensemos sino, en aquel jefe o colega de trabajo que en cada proyecto ve un desafío y de cada error aprende una mejor manera de hacer; o en aquel amigo que siempre mantiene una postura firme, incluso en situaciones que consideramos emocionalmente desbordantes. Ellos son, si duda alguna, personas que ante situaciones determinadas, actúan o han aprendido a actuar con mayor positivismo, con una mirada distinta que los diferencia de la gran mayoría de las personas.


Y esto es posible, pues con las herramientas adecuadas podemos, de forma sencilla y con pequeños cambios en nuestros hábitos, aumentar la motivación, mejorar la comunicación y establecer un contexto más agradable en cualquier ámbito de la vida.


Comienza a percibir y a entender el vaso medio lleno y échale más agua


Los tres pilares: la base para lograr el éxito


Anthony Robbins explicando los tres pilares para lograr el éxito en tus metas:




Recuerda:


1) Genera una visión clara y atractiva de lo que quieres conseguir.



2) Consigue las mejores herramientas (el mejor "mapa" y el mejor modelo a seguir).

3) Resuelve tus conflictos internos.

Paz García-Portilla: «Muchos trastornos orgánicos esconden un problema mental»

Entrevista a Paz García-Portilla (Gijón, 1962) única catedrática de Psiquiatría en activo de España.


-Primero catedrática de Psiquiatría y ahora, académica de Medicina. Menudo carrerón, ¿no?

-La verdad es que es un auténtico honor que me acepten como miembro de la Academia de Medicina de Asturias, máximo en mi caso, que procedo del ámbito de la psiquiatría, que no siempre ha sido bien recibido por las ciencias médicas. Formar parte de la Academia te confiere un reconocimiento profesional y académico que valoro mucho.

-Tras el acto de mañana, será usted una de las pocas asturianas académicas de Medicina.
-Sí, voy a compartir honores con unas pocas profesionales, lo que le otorga aún mucho más peso y responsabilidad. De todas formas, considero que en Asturias y en concreto en medicina y en la universidad, hay muchas mujeres con méritos suficientes para ser también académicas.

-¿Confía en que algún día deje de ser noticia el hecho de que una mujer se convierta en académica o acceda a puestos tradicionalmente vetados al género femenino?
-Claro. De todas formas se ha avanzado mucho, aunque aún queda mucho camino por recorrer.

-En su acto de ingreso se referirá a la enfermedad bipolar...
-...Si, pero sobre todo a la bipolaridad como enfermedad multisistémica.

-¿Multisistémica? ¿Qué supone?
-Se ha demostrado que un trastorno orgánico como es la inflamación está detrás de la enfermedad bipolar y que esa combinación puede derivar en cuadros de obesidad, daños cerebrales, deseo de fumar.

-¿Eso significa que detrás de una enfermedad orgánica se puede esconder un trastorno mental?
-En el caso de la bipolaridad está demostrado. También en la esquizofrenia y en la depresión unipolar. Muchos trastornos orgánicos esconden una enfermedad mental.

-Con la crisis que está cayendo, ¿hay más casos de depresión?
-En las consultas no observamos un incremento importante. La gente se ha acostumbrado a convivir con la crisis, aunque por supuesto hay casos que pueden desbordar a cualquiera. No obstante, las situaciones críticas son muy útiles, ya que fortalecen. La vida es una crisis continua.



El elefante que olvidó su fuerza


Los fracasos pasados pueden influir sobre nuestra voluntad de emprendimiento futuro al hacernos pensar que nuestras posibilidades son inferiores a la realidad. 


En el circo todo parecía divertido: los payasos caían al suelo mientras reían a carcajadas y una mujer hacía malabares encima de un caballo. A través los ojos de los niños todo resultaba fascinante pero al final del espectáculo uno de estos jóvenes observó con cierta tristeza a un elefante que se miraba su pata encadenada. 
No podía imaginar por qué aquel tremendo animal de fuerza descomunal podía estar preso por una simple cadena así que dirigiéndose a su padre expresó su duda: ¿Por qué no se libera el elefante?


No se debe querer ir. Estará contento aquí porque le dan bien de comer .- Dijo el padre intentando alejar a su hijo de la barrera que les separaba del paquidermo.
Pero… no parece feliz.
Estará cansado porque acaba de trabajar. – Al fin, con un ligero empujón fraternal, reemprendieron su camino.
Ambos se alejaron de allí aunque el padre echó una mirada atrás e imaginó la historia de aquel animal. Era algo triste que no quería decirle a su hijo pues podría estropearle una tarde magnífica.


Aquel elefante llegó siendo una cría y fue encadenada a un poste por una cadena mucho menos resistente que la actual pero que era incapaz de romper. Los intentos por soltarse fueron constantes durante días y noches hasta que una mañana simplemente dejó de luchar.


Con el paso del tiempo el elefante iba haciéndose más y más poderoso y las cadenas relativamente más fáciles de romper. No obstante, en la mente del elefante existía una prisión mucho más poderosa: el pensamiento de que nunca podría romperlas.


Ahora que había desechado la idea de huir se había abandonado a su suerte. Ignoraba que si usara el empeño que utilizó siendo una cría podría arrancar el poste, romper la cadena y arrancar la carpa del circo.


Había olvidado incluso por qué huir pues ya no tenía ningún sentido planteárselo. Era prisionero por las limitaciones que se había impuesto a sí mismo por los fracasos del pasado. Desde que se rindió ya podían quitarle las cadenas sin problemas.


Unas semanas más tarde, en la playa, el padre pudo ver cómo su hijo se sentaba con los brazos cruzados en la hamaca con el bañador y parte del pecho llenos de arena. Parecía molesto por algo así que le preguntó con cariño: ¿Está todo bien?


¡No!
Cuéntame hijo ¿qué pasó?
Hice un castillo de arena y un niño lo tiró. – explicó airadamente mientras señalaba a un punto inexacto de la playa.
Pero hijo, no pasa nada. Haremos otro.
No quiero. Seguro que me lo vuelven a romper.
Los brazos volvieron a cruzarse y bajó la mirada. Ante esto, el padre recordó al elefante derrotado por sí mismo y se levantó sonriendo: Ven, hijo. Te voy a enseñar una cosa.


Lo acercó a la orilla y con un cubo comenzó a construir un nuevo castillo que fue destruido por una ola al poco tiempo. El niño miraba serio con los brazos cruzados aunque escondiendo una pequeña sonrisa. Sin decir una palabra su padre volvió a hacer otro castillo y en esta ocasión añadió una fosa alrededor a la que caía el agua de las olas. Pese al rápido esfuerzo el agua desbordaba y con algo de tiempo el castillo se desmoronaba.


El hijo no tardó en involucrarse en aquel juego y ya eran cuatro las manos que cavaban rápidamente la fosa antes de que llegara la siguiente ola. Riéndose y jugando… sin palabras se estaba transmitiendo una frase de la madre Teresa de Calcuta que el padre tenía muy presente: “Lo que tardaste años en construir puede ser destruido en una hora. Aún así, construye“


Emprender es aguantar, seguir adelante levantándose tras algunas caídas y aprendiendo de ellas. Es liberarse de las limitaciones del miedo y luchar por no ser atado por las grandes cadenas de nuestras dudas. Mientras jugaban, el padre miraba a su hijo pensando que nunca dejaría que se autoimpusiera limitaciones.


Debía saber perder pero sin olvidar cómo se gana: luchando. Al final se habían olvidado de los castillos rotos y simplemente competían contra el mar. Y aquella lección, que nunca se expresó con palabras, fue probablemente la más importante que aprendió de su padre.


fuente:http://www.pymesyautonomos.com/reflexiones/la-metafora-del-elefante-que-olvido-su-fuerza

Randy Pausch: La última lección


Lección de vida...

Randolph Frederick Pausch (23 de octubre de 1960 – 25 de julio de 2008) fue un profesor de ingeniería informática, de interacción hombre-máquina y de diseño en la Universidad Carnegie Mellon (CMU) en Pittsburgh, Pensilvania, Estados Unidos. Además como autor tuvo un elevado número de ventas en sus libros, consiguiendo fama mundial por su trabajo «The Last Lecture», titulado «Really Achieving Your Childhood Dreams», discurso que dio el 18 de septiembre de 2007 en la Universidad Carnegie Mellon. El texto de la conferencia se adaptó y amplió en el libro La última lección.

En agosto del 2006, a Pausch se le diagnosticó un cáncer de páncreas. Comenzó un tratamiento muy agresivo para el cáncer que incluía cirugía mayor y quimioterapia experimental; sin embargo, en agosto del 2007, le dijeron que el cáncer había metastatizado al hígado y al bazo, lo que significaba que era terminal. Entonces comenzó una quimioterapia paliativa, intentando prolongar su vida todo lo que fuese posible. El 2 de mayo del 2008, un PET scan mostró que su cáncer se había extendido a sus pulmones, algunos ganglios linfáticos en el pecho, peritoneo y el retroperitoneo.

El 26 de junio de 2008, Pausch indicó que estaba considerando la posibilidad de detener aún más la quimioterapia, debido a los posibles efectos secundarios adversos.

El día 25 de julio de 2008 falleció a causa del cáncer de páncreas.


Mediación familiar


La mediación familiar parte de un presupuesto inicial: las familias tienen sus propios recursos para tomar sus propias decisiones (Bolaños, 1996).

Es difícil encontrar una definición que pueda englobar todo lo que implica el proceso de mediación, aunque podría concretarse que la mediación familiar es un procedimiento voluntario que persigue la solución de los conflictos surgidos en su seno, en el cual uno o más profesionales cualificados, imparciales, y sin capacidad para tomar decisiones por las partes, asiste a los miembros de una familia en conflicto con la finalidad de posibilitarvías de diálogo y la búsqueda en común del acuerdo.

Hay que resaltar de esta definición el papel del mediador, como persona imparcial y neutral, que no es protagonista del proceso de mediación

El proceso de mediación:

Las negociaciones pueden tener lugar cuando las partes en una disputa han reconocido su existencia, acuerdan la necesidad de resolverla, y se comprometen activamente enun proceso diseñado para solucionar la misma.

Hoy en día, podemos darnos cuenta del gran número de problemas que tienen queafrontar las familias: desempleo, separaciones, problemas de comunicación con loshijos, problemas de comunicación con la pareja, violencia doméstica…, y todo ello va paralelo a los cambios que se producen en nuestra sociedad y en la estructura familiar, dejando paso la familia extensa a la familia nuclear y la familia monoparental.

La mediación como proceso que facilita la comunicación entre personas que están en conflicto intenta mostrar un camino hacia la solución de los problemas.

En demasiadas ocasiones, vemos a las partes más preocupadas en negociar entérminos ganar o perder, que se olvidan de las personas que sufren las consecuencias de esta negociación y que la esencia de este proceso es, precisamente, descender de los deseos y hacer incapié en las necesidades ( del “quiero” al “necesito”).

Nuestra sociedad muestra graves problemas de comunicación, de diálogo, que dejan paso en demasiadas ocasiones a la crispación. Nos falta tiempo, nos falta un espacio y el lugar adecuado para hablar, escuchar, para entenderse.

Los mediadores ofrecemos el espacio para que esa comunicación fluya.

Cuando las partes solicitan el servicio de mediación, esperan en el fondo obtener los mismos resultados que en cualquier otro proceso, es decir todo esta contextualizado demanera dicotómica: ganar o perder.

Resulta difícil pensar que no existe un ganador y un perdedor, cuando estamos demasiado acostumbrados a querer ser los mejores, a ser competitivos, a dominar, atener el poder.

Un ejemplo de los muchos registrados en la historia y literatura sobre la retórica del ansia de poder lo tenemos en la “fábula del lobo y del cordero” de Fedro (Lupus et Agnus):

    Acosados por la sed llegaron a cierto arroyo un lobo y un cordero. Púsose a beber éste en lo más bajo de la corriente; aquél, por lo contrario, fuese a lo más alto.
«¿Por qué has enturbiado el agua mientras yo bebía? dijo el lobo, buscando así un pretexto de rifia.
    -¿Estás loco? repuso el inocente cordero; si el agua corre hacia mí desde donde tú te encuentras; ¿cómo, pues, he de enturbiarla yo?»
    A tal argumento hubo de callar y morderse los labios nuestro lobo. Pero reponiéndose un tanto, dijo al poco:
    «Pues has de saber que hace seis meses me llenaste de injurias.
–¡ Seis meses!.... contestó el infeliz cordero; ¡pues si no tengo más que cinco!
    –Bien; entonces sería tu padre...» , y arrojóse sobre su codiciada víctima y la devoró.

La fábula anterior nos provee de ciertos indicios para descubrir la conducta del que quiere mantener su supremacía de poder. Quien lo hace: busca ante todo legitimarse; si la legitimación o argumento son rebatidos, intenta hacerlo de nuevo, aún sin razón; intentará sostener lo insostenible.

El lobo intenta justificarse ante los argumentos válidos del cordero; ahí es cuando se vuelven más claras sus intenciones: no escucha los argumentos de la otra parte, bien sabe que el cordero lleva razón, aun así, intentará justificarse.

Hay que ser muy cuidadosos: la conducta del lobo no es una simple necedad o el deseo legítimo de influir en la otra parte. 

El mediador sabe que en muchas ocasiones, aunque equivocada, es sincera la postura inamovible de las partes. 

Generalmente están acostumbradas a ganar o perder, el todo o nada; a simple vista parecen personas necias, simplemente. La conducta del lobo es diferente: Para devorar al cordero, el lobo recurre a un casus belli, es decir, trata de convencer, al cordero y a nosotros, que se come al cordero porque ha cometido una injusticia contra él: primero que le enturbia el agua, posteriormente que habló mal de él, finalmente, a falta de argumentos y ante la imposibilidad del acusar al cordero de insultarlo ya que aún no nacía al momento de la injuria, sostiene entonces que la injuria fue hecha por el padre del cordero y lo ataca.

El lobo pretende legitimar sus acciones basado en un argumento de injusticia, esa es la causa que justifica su guerra: la injusticia del cordero.

Entonces es cuando entra en juego la cultura de la mediación, realizando unamediación tras otra. Mostrando a las partes que el conflicto que les atrajo, puede versedesde un prisma diferente, es el paso de las posiciones a las necesidades.

El modelo Narrativo de Sara Cobb pone énfasis en la comunicación y en la interacción de las partes. Focaliza su trabajo en las narraciones de las personas. Se basa en que para llegar a acuerdos las partes necesitan transformar el significado de las historias conflictivas , motivo por el cual llegan a mediación, de tal manera de quedar mejor posicionadas y poder salir de sus planteamientos iniciales.

De este modo, podremos escuchar y comprender qué es lo que me dice el otro, cambiar nuestra actitud de cara al conflicto y conseguir una mayor amplitud de alternativas de solución del mismo.

Pasaremos del vencedor y el vencido, del fuerte al débil, del ganador y del perdedor, aunar igualdad de condiciones para hablar y para ser escuchado, para ser valorado, para expresar nuestros derechos y que se tengan en cuenta.

Enrique Gallego

Consultas on line



Con frecuencia, las personas que acuden a nosotros, vienen con una gran cantidad de miedos y dudas que aumentan su malestar, preguntas del tipo:


"¿Esto que me ocurre es normal?" "¿Le pasa a más gente?" 


"¿Estoy loco?" "¿Puedo perder el control?"


"¿Tiene solución?"


"Realmente, ¿alguien me puede ayudar?"


...


Desde A.M.P. Psicólogos queremos poner a tu disposición un espacio donde encontrar respuestas, ayuda y/o asesoramiento profesional. 


Rellena el siguiente cuestionario, y uno de los profesionales de nuestro equipo te responderá lo antes posible